Los actores son seres especiales, acostumbrados a moverse entre cámaras, focos y objetivos indiscretos. La mayoría ha aprendido a sobrevivir en medio de una nube de flashes que invade su rutina cotidiana, tan distinta a la del resto. Su mirada despliega una coraza invisible, esconden su
'yo' más íntimo al otro lado de un
personaje diseñado para transitar por la vida pública. Es difícil derribar ese muro, dar un paso más, traspasar la imagen del estreno o de la portada del dominical.
Óscar Fernández Orengo ha asumido el reto de retratar a algunos de los actores más relevantes del cine español lejos delos rodajes y las ruedas de prensa. Hace un año, el fotógrafo guipuzcoano se sumó a '
Voces en el tiempo', una de las secciones paralelas más destacadas de ALCINE37. Su exposición
'A través de mis ojos' estaba integrada por instantáneas realizadas a destacados directores del panorama cinematográfico nacional.
Doce meses después regresa con una nueva colección de imágenes,
'La escena cotidiana', que se incluye dentro de la sección paralela
'La interpretación de los sueños'. Con ellas abandona la intimidad del director para descubrir la imagen más anónima de los intérpretes. Aparca el blanco y negro para adentrarse en el
arcoíris de creatividad propio de los actores, que dejan los focos por unos instantes y muestran sus verdaderos escenarios, aquellos en los que no tienen que usar máscara.
Todos han abierto a
Fernández Orengo la puerta de su casa, de su local de ensayo o de algún lugar que ocupa un espacio privilegiado entre sus recuerdos. El resultado es '
La escena cotidiana', una exposición fotográfica en la que conviven
naturalidad y elaboración. Las imágenes plasman la cara más personal de los actores, la menos frecuentada por los medios de comunicación. Huyen de la espontaneidad propia del reporterismo acelerado y apuestan por una elaboración artística en la que cada detalle ha sido minuciosamente definido.
Con esta muestra, Óscar Fernández Orengo pone de manifiesto su capacidad de ir más allá de lo evidente, lanzando una
nueva y potente mirada alternativa a la realidad. Puede visitarse
hasta el 31 de diciembre en el Antiguo Hospital Santa María la Rica.