Tras acariciar hace dos años el primer premio de ALCINE con 'El relevo', ha hecho diana con 'El tiempo prestado'.
Tenía claro que en esta ocasión quería trabajar sobre una apuesta más arriesgada y despojada de cualquier atisbo de humor. Cuando rodé 'El relevo' era consciente de que quería que tuviese repercusión y que funcionara en festivales. 'El tiempo prestado' lo afronté de otra forma.
¿Cómo se percibe esa evolución?
He depurado ciertos aspectos tanto a nivel visual como narrativo. 'El relevo' puede que pecara de ser demasiado directo y explícito de cara al espectador. Ahora quería que el espectador se implicase más, que se tuviera que esforzar para ir descubriendo los matices del argumento al mismo tiempo que lo hacía el personaje principal, una pequeña historia de investigación con toques de cine negro en un entorno costumbrista.
El protagonismo recae en un abuelo, cuya mirada va ligada al proceso de descomposición del núcleo familiar.
Quería ver por dentro a una familia, contemplar cómo hace mella la ausencia de comunicación, pero que sucediera en un tono neutro, como una especie de guerra fría que ocurre en el interior de una casa.
¿Esconde una intención sociológica?
No, la idea era contar la historia desde un personaje que estuviera indefenso y aislado, sin ninguna intención de hacer cine social. Me venía bien de cara al estilo, con una puesta en escena lenta y de planos largos para que sintiéramos la historia
como si fuésemos el anciano.
Junto a la incomunicación se deslizan otras problemáticas actuales, como las dificultades para acceder a una vivienda.
Es inevitable que al escribir una historia surjan cosas que vives y te pueden pasar. No fue algo consciente, salió de una forma natural.
A cada director le une una relación particular con el cortometraje. ¿Cómo es la suya?
Defiendo el valor del corto como una obra autónoma, aunque entiendo que para muchos puede formar parte de un proyecto de aprendizaje para dar el salto al largo.
En su caso, ¿ve cercano ese paso al formato de larga duración?
Tengo una historia que llevo tiempo dándole vueltas. Todavía no me he sentado a ordenar las ideas y ponerlas por escrito. También depende de cómo funcione 'El tiempo prestado'. Me dará pistas de por dónde debo ir, aunque lo más probable es que antes de introducirme de lleno en este proyecto haga otro cortometraje.
Ganar ALCINE puede suponer un espaldarazo a esas expectativas.
Sí. Al ser un cortometraje que acaba de estrenarse es importantísimo, puesto que es un trabajo que necesita un apoyo, ya que reconozco que no es fácil de cara al espectador.