El personaje que interpreta, con un secreto por desvelar, se mueve en dos registros.
Con Daniel Sánchez Arévalo trabajo muy a gusto. Sabe sacar lo mejor de mí. Él escribe muchas veces personajes con conflictos bastante estrambóticos y en el caso del de 'Traumalogía' lo quiso explotar conmigo.
Mucho de los planos los comparte con su hermano en la ficción, Javier Pereira. Puedo decir que, aunque quizá me tocó la parte más vistosa, el premio se lo podían haber dado a cualquiera de nosotros. Mi favorito en el corto es Quim Gutiérrez. Pero me ha tocado a mí, probablemente por el carácter cómico del monólogo que escribió Dani.
'Traumalogía' se ha llevado cuatro premios de ALCINE37. ¿Durante el rodaje se planteaban que podía tener tanta repercusión?
Eso sí que me hace muchísima ilusión. Personalmente confío mucho en Dani. Tiene una varita y todo lo que toca lo convierte en magia. Viendo el guión, la dirección y cómo se iba desarrollando el rodaje, que fue muy familiar y relajado, ya sabía que iba a salir un cortometraje genial.
A punto de cumplir 28 años, parece que su carrera pasa por un momento dulce. Sí, estoy contentísimo. Estos últimos dos años y medio he tenido golpes de suerte muy grandes que me han permitido trabajar con magníficos directores, hacer papeles con los que siempre he soñado. Ha sido como cursar un máster de interpretación. Ahora estoy preparándome, porque después de esta racha puede venir un parón. Hay que ser previsor.