Dentro de una conversación, la mención a
Irlanda evoca
sensaciones positivas. Una pinta de
cerveza negra, unos lugareños amables que saludan y despiden con una sonrisa, acantilados de aires literarios, un partido de rugby en el legendario Lansdowne Road, un
trébol de la suerte o el
whisky de malta. Complicado que aparezca una referencia acerca de su
cinematografía, una más de las muchas que quedan por descubrir en Europa.
Poco material ha logrado saltar sus fronteras, básicamente de la mano de cineastas como
Neil Jordan ('Michael Collins') o
Jim Sheridan ('En el nombre del padre'), un conjunto de
pinceladas de autor que no valen por sí mismas para elaborar un retrato global del estado de la
industria irlandesa. El anonimato en el que está inmersa la cinematografía de este país, en ningún caso relacionado con su
calidad, hay que buscarlo en motivos de corte universal. Un ejemplo es lo que sucede en
España. Tibia es la atención que se profesa a las películas que no brotan de la propia industria o que no portan el sello que las identifica como estadounidenses. El producto autóctono, el comercial y el norteamericano siguen marcando las directrices.
Arrojar un poco de luz sobre la última oleada de cineastas irlandeses,
descubrir sus cortometrajes más valiosos -ya hubo una avanzadilla en la última edición dentro del Certamen Internacional- y
realizar un acercamiento a sus raíces culturales desde la música y el cine son los objetivos que ALCINE se ha marcado dentro de lo que se ha denominado
'El Día de Irlanda'. Flamante novedad, el Festival tratará cada año de descubrir el cine más reciente de una industria emergente y de calidad sin apenas tratamiento en España.
Irlanda rubricará el debut de esta sección que nace con vocación de continuidad.
Viernes 16 de noviembre
En
'La isla del Corto' habrá cerveza, música tradicional irlandesa, una ciudad que mutará en el imaginario del asistente y se transformará en un valle verde de frondosa vegetación y que se verá envuelta en esa neblina tan característica que cubre sus acantilados. El llamado
'Día de Irlanda' será el puntal del tributo que se rendirá a este coqueto país que roza los seis millones de habitantes.
Garrett Wall y Perry Elliot aportarán la nota melódica de distinción, después de la apertura del Festival a ritmo de gaita propiciada por
Boys of the Hills, madrileños de alma gaélica. A falta de los tradicionales y entrañables
Premios Jameson, que se despidieron de la programación de ALCINE la pasada edición, se proyectarán en las pantallas alcalaínas un total de
17 cortometrajes de procedencia irlandesa que, entre los cinco y 27 minutos, reivindicarán su potencial a base de humor, calidad y un excelente nivel interpretativo, cualidades ya manifestadas en festivales que gozan de gran prestigio, como el de Galway.
Los
'Cortos muy Cortos' (Short Shorts) contarán con un espacio propio dentro de este tributo, al igual que el
cine publicitario y los
cortometrajes de raíz fantástica, uno de los géneros más frecuentados por sus directores. Y como apunte relevante, uno de los largometrajes de la última hornada de cineastas irlandeses aclamados por la crítica, la comedia dramática
'Small Engine Repair' (Niall Heery, 2006), formará parte de una de las secciones más destacadas de ALCINE,
'Pantalla Abierta a los Nuevos Realizadores', aunque fuera de concurso.
'El Día de Irlanda' se constituirá así como una oportunidad única para acercarse a las excelencias del país desde una
vertiente cultural y social. Pretende demostrar, además, que el cine que factura está a la altura del largo listado de intérpretes que, nacidos en Irlanda, gozan de una relevancia internacional, caso de Peter O'Toole, Brendan Glesson, Cillian Murphy, Colin Farrell, Daniel Day-Lewis, Pierce Brosnan o el desaparecido Richard Harris.
ALCINE37 despejará de nubes el soleado panorama en el que se mueve una industria que, desde este momento, dejará de reposar en el anonimato.
